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Los límites argentinos

La línea fronteriza de la República Argentina se extiende a lo largo de unos 14.500 km, de los cuales unos 9.400 lindan con los países vecinos de Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia y Chile, y los 5.100 restantes, con el estuario del Río de la Plata y el mar Argentino, que forma parte del océano Atlántico. La delimitación de las fronteras no ha sido tarea fácil y de hecho, en la actualidad, es todavía causa de conflictos en estos espacios, así como en el continente de la Antártida, en particular en la península Antártica. El siguiente texto se corresponde con un artículo aparecido en enero de 1998 en el Anuario de Encarta.

El trazado de los límites internacionales de Argentina

La delimitación del territorio argentino surgió como consecuencia del desmembramiento del virreinato del Río de la Plata, momento en el que se inició el proceso de formación de los estados independientes en esta parte de la América española.

El trazado exacto de los límites requirió muchos años de acuerdos con los países vecinos e incluso aún quedan en la actualidad algunas cuestiones por resolver.

La República Argentina y la República Oriental del Uruguay firmaron en 1973 el Tratado del Río de la Plata, que establece de una manera muy particular las jurisdicciones de soberanía. Con anterioridad, el 7 de abril de 1961, ambos países firmaron un tratado en el que se establecía el límite en el río Uruguay. El mismo corresponde a la línea media del río en el sector comprendido entre la punta suroeste de la isla Brasilera y Ayuí (represa de Salto Grande ) y a la vaguada o canal más profundo desde el último punto hasta el paralelo de la latitud de punta Gorda. Se acordó que las islas Filomena Grande, Filomena Chica, Paloma Chica y Bassi fueran uruguayas por tener poblamiento de esa nacionalidad, a pesar de estar al oeste de la línea más profunda de navegación. También, en 1961, mediante la firma de un protocolo, se fijó el límite exterior del río; el mismo sería la línea recta que une la localidad uruguaya de Punta del Este con punta Rasa, en la punta Norte del cabo San Antonio de la Argentina. Mediante el tratado se establecieron franjas costeras de soberanía exclusiva para cada país, cuyo ancho es de dos millas al oeste de la línea que une Colonia (Uruguay) con Punta Lara (Argentina) y siete millas entre dicha línea y el límite exterior del río; las aguas centrales son de uso común y se fijó el límite en el lecho y subsuelo del río mediante una línea trazada por las coordenadas de 23 puntos que divide las jurisdicciones en función de una explotación futura de recursos. También se especifican medidas para evitar la contaminación y distribuir las zonas de pesca. Además, se establece el "límite lateral marítimo" más allá del límite exterior del río.

 

Con la República Federativa del Brasil, la Argentina mantuvo una controversia por la posesión de territorios que se hallan al este de la provincia de Misiones. La misma fue sometida al arbitraje de Estados Unidos; en 1895, el presidente Grover Cleveland emitió su laudo reconociendo la postura brasileña. En cuanto al sector limítrofe en los ríos Iguazú y Uruguay, diversos tratados firmados entre 1898 y 1941 determinan que la línea del canal más profundo marca el confín jurisdiccional y que en las cataratas del Iguazú cumple la misma función la que pasa por el salto Unión.

 

Mediante el tratado firmado en 1876 con la República del Paraguay se fijó el límite en el río Paraná, quedando la isla de Apipé para la Argentina y la de Yaciretá para Paraguay. En el río Paraguay el canal principal define la soberanía de las islas, quedando la de Cerrito en poder de la Argentina. La posesión del territorio entre los ríos Pilcomayo y Verde fue sometido al arbitraje de los Estados Unidos; en 1878, el presidente Rutherford Hayes emitió su laudo otorgándoselo a Paraguay. Esto dio lugar a un nuevo tratado en 1945 donde se define con precisión por donde pasa la línea del límite en el río Paraguay.

 

El Tratado de Límites de 1925 firmado con Bolivia representa la culminación de una serie de cuestiones al respecto. La controversia se situó en la posesión del territorio de Tarija que la Argentina reconoció como boliviano y Bolivia le cedió la puna de Atacama.

 

Las cuestiones fronterizas con Chile recorrieron numerosas instancias y queda aún una cuestión por resolver. Por un acuerdo de 1899 quedó definido el límite en el sector de la Puna, que Bolivia le había cedido a la Argentina y que estaba ocupado por Chile luego de la guerra del Pacífico. El Tratado de Límites de 1881 intentó deslindar las soberanías en el tramo de la cordillera de los Andes al sur de la Puna, estableciendo que el límite pasaría por las altas cumbres que son divisorias de aguas; su interpretación y aplicación concreta en el terreno fue el origen de numerosas controversias de las cuales queda una aún sin resolver. En el sector de los Andes centrales o áridos dicho criterio pudo aplicarse por la coincidencia de ambas líneas; en cambio, en los Andes patagónicos surgieron discrepancias por existir divisorias de aguas al oriente de las altas cumbres. El arbitraje del rey de Inglaterra en 1902 estableció una línea que en parte conformaba a la Argentina y en parte a Chile. Aún así la comisión demarcadora encontró inconvenientes como en el caso del río Encuentro, que fue sometido al arbitraje británico y solucionado en 1966. Más recientemente, la Argentina y Chile tuvieron que resolver otros diferendos derivados de la aplicación del Tratado de 1881. En 1984 firmaron el Tratado de Paz y Amistad que puso fin a la cuestión sobre el canal de Beagle. En 1991, en un encuentro entre los presidentes de ambos países, se resolvieron 22 diferendos menores, quedando pendientes dos: el de laguna del Desierto, en el que el Tribunal Arbitral de Río de Janeiro reconoció la soberanía argentina en 1994, y el de los Hielos Continentales, cuya resolución depende de la aceptación de ambos Congresos de la línea demarcatoria poligonal propuesta.

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