Los principales ríos de Argentina son el Paraná, que
atraviesa la región centro-septentrional del país; el Uruguay, que forma una parte
de la frontera con el país homónimo; el Paraguay, principal afluente del
Paraná, y el Río de la Plata, formado por la confluencia del Paraná con el
Uruguay. El sistema Paraná-Uruguay es navegable a lo largo de unos 3.200 kilómetros. Las cataratas del
Iguazú, uno de los más afamados puntos turísticos, se encuentran en el río
homónimo, el Iguazú, tributario del Paraná.
Otros ríos importantes son: el río Negro, con sus afluentes
el Limay y el Neuquén; el río Santa Cruz; el río Colorado; los ríos del oeste
cuyano (Mendoza, Tunuyán, Atuel, Diamante y San Juan) y, al norte, los ríos
Pilcomayo, Bermejo, Dulce y Salado. Entre el Salado y el Colorado, por el sur,
y la región del Chaco, por el norte, grandes ríos desembocan en salitrales y
pantanos, o desaparecen por infiltración. Argentina tiene, además, numerosos
lagos, especialmente en las estribaciones de los Andes patagónicos, como el
lago Argentino y el lago Viedma.
En la mayor parte de Argentina prevalece el clima templado,
salvo una pequeña zona tropical en el Noreste, la región subtropical del Chaco
en el norte y las zonas frías del oeste andino y el sur patagónico. En los
alrededores de Buenos Aires la temperatura anual alcanza un promedio de 16,1 °C. Las temperaturas de enero y
julio en esta región tienen un promedio de 23,3 °C y 10 °C,
respectivamente. En San Miguel de Tucumán, la temperatura media de enero es de
26,1 °C y la de julio de 13,3 °C. En las cercanías del trópico de
Capricornio, al norte, las temperaturas son considerablemente superiores,
alcanzándose en ocasiones máximas de hasta 45 °C. Por lo general, el clima es frío en las partes más altas
de los Andes, en la Patagonia y en Tierra del Fuego. En la parte oriental de la
Patagonia, las temperaturas invernales alcanzan un promedio de 0 °C. No obstante, en la mayoría de
las zonas costeras el mar ejerce una influencia moderadora sobre las
temperaturas.
Las precipitaciones en forma de lluvia se caracterizan por
las amplias variaciones regionales. En el extremo noreste se registran más de
1.520 mm, aunque las condiciones se van
haciendo gradualmente semiáridas hacia el sur y el oeste. En las cercanías de
Buenos Aires, las precipitaciones anuales alcanzan unos 950 mm. En San Miguel de Tucumán llegan
aproximadamente a los 970 mm; en
cambio, al sur del río Colorado, y por influencia de los vientos del oeste, las
precipitaciones varían bruscamente de los 4.000 o 3.000 mm en el este de los Andes
patagónicos, a los 300 y 200 mm de las
mesetas patagónicas.
La riqueza tradicional de la Argentina reside en los suelos
de la Pampa húmeda y de los valles y oasis en el oeste. Además, posee recursos
energéticos significativos: hidrocarburos, gas, uranio y recursos hidráulicos.
También son importantes los recursos oceánicos, mineros y forestales.
La vegetación natural de Argentina varía enormemente en
función de los diferentes climas y regiones topográficas del país. En la cálida
y húmeda región del Noreste abunda la vegetación tropical, con árboles como la
palmera, el palo de rosa, el palosanto, la jacarandá, el quebracho colorado y
el ceibo. En la Pampa, las hierbas son la principal variedad de flora
autóctona; en esta región y en la mayor parte de la Patagonia prácticamente no
existen árboles, a excepción de variedades importadas resistentes a la sequía,
como el eucalipto, el sicomoro, el álamo y la acacia. En los Andes patagónicos
existen densos bosques de Nothofagus (coihués, lengas, ñires), coníferas
(alerces, araucarias y cipreses) y otros árboles como los arrayanes, maitenes,
lapachos y radales. En las estribaciones andinas de la Patagonia y en algunas
zonas de Tierra del Fuego existen también densos bosques de coníferas, en
especial de abetos, cipreses, pinos y cedros, y bosques de arrayanes. Los
cactus y otras plantas espinosas predominan en las áridas regiones andinas del
noroeste.
En el norte, la fauna es de lo más diversa y abundante.
Entre los mamíferos de estas zonas pueden destacarse el mono (varias especies),
el jaguar, el puma, el felino americano conocido como león breñero, el ocelote,
la corzuela parda, el oso hormiguero, el oso melero, el tapir, el tapetí, el
pecarí, el coipú y el zorrino. Entre las aves autóctonas se cuentan el
flamenco, la cariama y el pirincho, y varias especies de colibrí y loro. De la
Pampa son originarios el armadillo, el zorro, la marta, la liebre, el
ciervo, el ñandú o avestruz americano, el águila, el halcón, la garza y el
chorlito. Las frías regiones andinas son el hábitat de la llama, el guanaco, la
vicuña, la alpaca y el cóndor. Los peces abundan en las costas, lagos y cursos
fluviales.